ARGENTINA: RESUCITÓ CON UN DIOS APARTE
Leo corrió hasta el último minuto, luchó con el cuchillo entre los dientes y abrió el marcador con un zurdazo desde afuera del área que hizo vibrar las tribunas del Estadio Lusail.
No había mejor manera de recuperarse en este Mundial Qatar 2022 que con un justo 2-0 sobre México. Y, quién sino, Lionel Messi abrió el camino hacia la victoria de la Selección Argentina con un verdadero golazo desde afuera del área que hizo temblar el Estadio Lusail.
La cabeza gacha y el ceño fruncido tras el debut con derrota 2-1 frente a Arabia Saudita ya era historia olvidada. La Pulga arrancó el sábado con una sonrisa de oreja a oreja y lo cerró de la misma manera. También con el puño bien apretado y cantando de cara a la tribuna albiceleste. “Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar”, retumbó en sus labios.
Más allá del deslucido nivel del equipo en el primer tiempo, el capitán fue uno de los puntos más altos antes de marcharse a los vestuarios. De arranque, se sacó de encima a tres marcadores con una gambeta corta y, pasada la media hora, estuvo cerca de abrir el marcador con un tiro libre envenenado que explotó en los guantes de Guillermo Memo Ochoa. La pidió siempre y hasta pegó un grito para levantar a sus compañeros e ir en busca del triunfo.
En el complemento, Messi siguió poniéndole el pecho a la situación, se encargó de manejar el ritmo de los ataques y se asoció mucho con Alexis Mac Allister. A los 19 minutos, frotó la lámpara y llegó el 1-0 por medio de un zurdazo desde afuera del área que se clavó en un rincón del arco azteca. No hubo festejo medido ni brazos arriba como siempre: el crack rosarino lo celebró con alma y vida.
In Italiano:
ARGENTINA: RISORTO CON UN DIO A PARTE
Leo corse fino all’ultimo minuto, lottò con il coltello tra i denti e aprì il tabellone con un sinistro dall’esterno dell’area che fece vibrare le tribune dello stadio Lusail.
Non c’era modo migliore per recuperare in questo Mondiale Qatar 2022 che con un giusto 2-0 sul Messico. E chi no, Lionel Messi ha aperto la strada alla vittoria della Nazionale Argentina con un vero e proprio gol dall’esterno dell’area che ha fatto tremare lo Stadio Lusail.
La testa bassa e il broncio dopo la sconfitta per 2-1 contro l’Arabia Saudita sono ormai storia dimenticata. La pulce ha strappato sabato con un sorriso da un orecchio all’altro e l’ha chiuso allo stesso modo. Anche con il pugno ben stretto e cantando di fronte alla tribuna albiceleste. ” Sono argentino, è una sensazione, non riesco a smettere”, ha rimbombato sulle sue labbra.
Oltre al livello scialbo della squadra nel primo tempo, il capitano è stato uno dei punti più alti prima di andare negli spogliatoi. All’inizio, ha tirato fuori tre marcatori con un gambetto corto e, dopo mezz’ora, ha quasi aperto il tabellone con un colpo avvelenato che è esploso nei guanti di William Memo Ochoa. La chiese sempre e gridò perfino per sollevare i suoi compagni e andare in cerca del trionfo.
Nel plugin, Messi ha continuato a mettere il petto nella situazione, ha gestito il ritmo degli attacchi e ha collaborato molto con Alexis Mac Allister. Dopo 19 minuti, ha strofinato la lampada ed è arrivato 1-0 per mezzo di un sinistro dall’esterno dell’area che si è conficcata in un angolo dell’arco azteco. Non c’era festa misurata né braccia alzate come sempre: il crack rosarino lo celebrava con anima e vita.